16 may 2009

PSICOLOGÌA HUMANISTA Y YOGA TERAPEUTICA


La psicología humanista es la corriente de pensamiento dentro de la psicología que busca la consideración global de la persona trabajando desde sus aspectos positivos y no centrándose en los aspectos negativos y patológicos de la persona.
Yoga significa unión. Se usa en el sentido de realizar la unión consciente del aspecto material del ser humano con su aspecto espiritual y de la personalidad superficial con la personalidad profunda. Es el estado de integración, de unificación consciente de los aspectos superficiales, profundos y superiores del ser humano. Yoga conduce al desarrollo de determinados niveles de conciencia, y a la integración de tales niveles en una sola unidad de conciencia total y permanente.
Si consideramos al ser humano como una tri-dimensión (cuerpo, mente, espíritu), combinando Yoga y psicología se cultivan todos los aspectos del ser humano y sobre todo la unión de los mismos trabajando como un engranaje de precisión al conocer íntimamente cada uno de ellos. Practicando esta combinación se fortalecen algunas patologías ya que se busca al unísono trabajar sobre las endorfinas (transmisores de información entre neuronas, producidos por el organismo en respuesta a varias situaciones, entre las cuales se encuentra el dolor), considerando que son analgésicos endógenos, puesto que actúan inhibiendo la transmisión de dolor. También provocan la incentivación de sensaciones de placer, de alegría, de bienestar y euforia. Hacer deporte, Yoga o la meditación son maneras beneficiosas de liberar endorfinas.

Tenemos lo que buscamos. Siempre ha estado ahí y si le damos tiempo, se manifestará ante nosotros.”
Thomas Merton

4 may 2009



"El hombre se autorealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida".
Viktor Frankl - Fundador de la Logoterapia

1 may 2009

LA SOLEDAD

La frase edad de los hombres solos de Pablo Neruda nos dice: “el signo característico de nuestra época es, sin lugar a dudas, la soledad, la inmensa soledad que nace en el hombre hasta verse y sentirse solo dentro de la multitud y el vocerío. La soledad encierra dentro de sí un ansia de muerte: la angustia, y un deseo irresistible de vida: el amor. Mas lo trágico de nuestra época, edad de los hombres solos, es la negación del amor y es que no basta estar rodeado de personas, frecuentar las plazas, recibir cursos de relaciones humanas si uno no tiene amor, si la persona no abre su corazón y decide amar a los que le rodean independientemente de la proximidad, de los intereses, de sus valores. Muy pobres serán sus relaciones humanas pues raramente serán significativas”.
Ante el avance del mundo postmoderno y con el avance de personas solas, hay un alejamiento de la propia subjetividad del individuo inmerso en una sociedad consumista dejando de lado su esencia misma de ser humano y su humanismo. Es por ello que se observa un auge de servicios ofrecidos para las personas que están solas. Todos estos servicios son ofrecidos al individuo postmoderno con un solo objetivo, que es mitigar en todo o en parte la soledad.

La soledad es un estado emocional que sobreviene cuando la persona no ha logrado las relaciones interpersonales íntimas o estrechas que desea. Este estado de insatisfacción parece afectar a un número cada vez mayor de personas en la sociedad postmoderna, donde se manifiesta el aburrimiento, estado de hastío y pesadumbre habitual de esta época. Esta sociedad postmoderna busca la constante satisfacción del ego, la presencia del individualismo y el narcisismo como formas de conductas que se han generalizado en la sociedad donde predomina las acciones egoístas que limitan la capacidad personal e inhiben la consolidación de un optimo sentido de la vida. El resurgir del escepticismo como una forma de respuesta y postura en la vida, dejan al individuo sin un asidero cultural bajo el cual dar respuestas a los dilemas existenciales. Al sentir él vació existencial dentro de sí mismo, no le queda mas para reflexionar sobre su propia pesadumbre, pierde su sentido y una vida sin sentido implica una vida sin arraigo social.